miércoles, 28 de marzo de 2018

Relato: La gracia de Valaya


Ilustración de Blake Henriksen
Thorgal sacó el martillo del río, el agua había limpiado casi toda la sangre y suciedad. Pasó el dedo por la superficie y maldijo. La brecha era ínfima, podía seguir empuñándolo todavía algún tiempo, pero el arma estaba condenada.

Un cuerno resonó en el valle sacándole de sus pensamientos. Lo reconoció al instante, era su regimiento y tocaban para reagruparse. Maldijo otra vez. Se inclinó y esta vez sumergió la cara y las manos en el agua. Estaba fría, pero eso le imprimió nuevas fuerzas. Cargó su martillo al hombro y siguió el sonido del instrumento.

No era ya ningún pipiolo de barba corta, pero aun así Thorgal prefirió no prestar demasiada atención a los cadáveres de sus camaradas caídos, sencillamente eran demasiados. Pronto divisó una centena de enanos agrupándose en torno a los restos del portaestandarte y de una improvisada hoguera. Se unió a sus compañeros buscando entre las sucias barbas alguna cara conocida. Saludó a dos o tres, aliviado de verlos allí, respirando a su lado, pero inmediatamente recordó a Taïnon, su querido amigo de muchas batallas y cervezas, había muerto bajo la zarpa de un trol.

El herrero rúnico también apareció, renqueante, apoyándose en el báculo, pero arrastrando su pierna izquierda con visible dificultad. El herrero echó una rápida ojeada y comprendió que ahora era quien ostentaba mayor rango. Suspiró, cansado, y se dejó caer junto al estandarte.

Thorgal no le conocía, ni siquiera sabía su nombre, pero gracias a él estaban vivos, sin él los hechizos del maldito chamán habrían acabado con todo. Les había procurado el tiempo suficiente para llegar hasta aquel brujo pielverde y aplastar su cráneo contra el suelo. Thorgal ordenó a alguno de los enanos más jóvenes que entablillasen la pierna del herrero, luego le pasó la petaca donde aún quedaban unos tragos de hidromiel. Aceptó de buen grado la bebida y pareció recobrar fuerzas tras dar buena cuenta de ella.

–¿Somos los únicos supervivientes?

–Hay un par de grupos más pasando la vaguada –respondió Thorgal–. Cargarán con los heridos y vendrán hacia aquí.

El herrero se limitó a asentir. Estaba muy concentrado apretando los dientes mientras le fijaban la pierna. Ambos echaron un vistazo al campo plagado de cadáveres enanos y goblins.

–Hemos conservado el paso.

–Volverán –musitó con un quejido el herrero.

–Sí, pero hoy no.

Esta vez lanzó una risa discreta, pero interrumpida rápidamente por la tos:

–No, hoy no.

Alguien les avisó de dos pequeños grupos de enanos acercándose hacía ellos, arcabuceros en su mayoría. El herrero asintió y probó la estabilidad de su pierna inmovilizada. Estuvo conforme. Carraspeó, escupió y elevó la voz hacia el grupo.

–¡Oídme bien! Soy Tarwin del clan Görn, maestro de las runas. Hoy hemos ganado y nuestros compañeros han muerto con honor, nuestro señor ha muerto con honor, que ese sea nuestro consuelo en tan triste victoria. ¡Ahora volveremos a Karak–Norn para descansar y traer carretas que recojan a nuestros muertos!

Thorgal gritó su consentimiento alzando el martillo que tantos años había empuñado en el campo de batalla. El resto de enanos siguieron su ejemplo. Los muertos serían recordados con la dignidad que se merecían, pero ahora se encontraban con sus ancestros y ellos debían recordar que estaban vivos por la gracia de Valaya. El herrero le devolvió la petaca y se fijó en el arma del guerrero.

–Buen martillo –dijo.

–Las cabezas de esos trols son demasiado duras, se ha partido –respondió el enano.

Tarwin comprobó el arma y luego miró a Thorgal un largo minuto. Sonrió por primera vez y le devolvió el martillo.

–Nada que no pueda arreglar cuando regresemos.

jueves, 22 de marzo de 2018

Idoneth Deepkin, AoS, una opinión [Editado]

Los altos elfos fueron mi primer ejército, del que más miniaturas tengo (sin pintar, eso sí), y con el que jugué más partidas. Les tengo por ello un cariño especial, como el de cualquiera por su primer ejército. Pues bien, tras el cataclismo que llevó a AoS los elfos están de vuelta, si en semanas pasadas nos llegó la legión de Morathi y sus falsas hijas de Khaine, ahora toca el turno de otra facción, los Idoneth Deepkin.

 «¿Sabes lo que es ver un mundo morir? 
He visto a mi gente deshacerse y al dios parásito reinar con supremacía.
 Quise llevar a mi gente hacia un nuevo comienzo forjado a imagen de su antigua gloria... y fallé. Pero en la negrura encontramos esperanza.» 

El video les ha quedado bonito y las cuatro frases muy épicas, todo hay que admitirlo. Aquí tenemos a los elfos del mar, elfos ciegos, con una estética muy bien llevada. Me parece sencillamente una pasada, un auténtico ejército de la Atlántida despertado para combatir una vez más. Esta vez la facción es mucho más interesante que las hijas de Khaine, por cantidad de tropas nuevas más que nada. 
Infantería: pálidos, calvos, ciegos y con armas a dos manos o arco. Sencillos, bien ejecutados, con armaduras angulosas y molonas. 

Caballería: Montados en anguilas monstruosas, tenemos de dos tipos, con lanza y escudo y con ballestas o mini lanzavirotes (vaya usted a saber por el tamaño) Molan… ¿Soy el único que se ha preguntado si en el campo de batalla no submarino flotan? 

Apoyo pesado: Enormérrima tortuga de asalto a lo stegadon de los antiguos hombres lagarto, con lanzavirotes, conducido por un señor elfo que parece que SÍ ve algo. También flota. ¿En el aire? ¡Ay el transporte! ¡¿Es que nadie piensa en el transporte?!  Tendrá varias opciones de montaje.
En la cola de dicha tortuga podéis observar otro apoyo pesado, un jinete de tiburón (cuando escribo estas cosas me parece un tanto absurdo... pero y lo que mola?) que hará las delicias de todo marino de bruma dulce arrrrr.


El Escriba: defendido por un pulpo asistente. Me encanta el concepto y caerá, caerá seguro, aunque sólo sea por el placer de pintarla. Quizá sea personaje con nombre visto el detalle. A pesar de ser un personaje a pie sin grandes cosas volando alrededro, el simple concepto de la miniatura, el sombrero, las ropas y tal me parecen muy icónicos y distintos con es toque oriental. El pulpo guardaespaldas sólo le añade originalidad.


Mago con vara de flautas tubulares: el bastón me encanta, le da un toque muy original a la miniatura, pero este es genérico seguro, aunque sólo sea por la rigidez del cuerpo, que denota que el escultor tiene fechas de entrega y no todo el mundo puede destacar. 

Oráculo del Dios… del Dios… Oráculo a secas, que para eso tiene una runa elfa entre los deditos. Miniatura de una mujer, que no se diga que sólo están representadas en ejércitos temáticos propios. Es también de las que más me gustan, una miniatura con muchos detalles y bien ejecutada. 

Capitán En-el-país-de-los-ciegos-el-tuerto-es-el-rey: que parece que también algo ve. Va montado en un espectacular caballo-unicornio marino. Y es el más piratesco de la tropa (alguno había que meter vista la temática del ejército) Con todo no me gusta demasiado, no sé decir exactamente por qué, pero así están las cosas. En otras imágenes se le ha podido ver con una cabeza con yelmo que a juicio personal mola mucho más.

Señor de las bestias: Vista la posición y el arma, pero no entiendo bien la miniatura puesto que no hay ningún monstruo que dirigir… al menos por ahora. Veremos. La miniatura bien, sin más, bien. Me recuerda a alguna de Warmachine/Hordes. 

Señor de las mareas: Este es “el gordo”, el señor de la facción vista la espectacularidad. Con una capa-oleaje-mágico y saltando dispuesto a la batalla. Muy épico, distinto a lo que habíamos visto hasta ahora y bien, mola. Guay. Dicho todo esto, personalmente se me hace un pelín Disney con tanta agüilla y animal marino revoloteando. 


En resumidas cuentas, personalmente la facción me gusta y algunas miniaturas caerán aunque sólo sea por el placer de pintarlas. Games Workshop sigue demostrando que son los reyes del mercado con unos esculpidos muy buenos, a veces incluso muy originales, y siempre con muchos detalles, a los que sólo se les puede achacar que no piensen para nada en el transporte y que a veces encuentran soluciones fáciles para algunos acabados, por ejemplo, los rectilíneos pliegues de las ropas. 

El debate

No, esto no acaba aquí. ¿Recordáis las cuatro frases del inicio? Pues la “chicha” el quid de la cuestión, la gran pregunta, es quién habla. ¿Tyrion o Teclis? ¿U otro? ¿Quién comanda los Idoneth Deepkin? 

Podría parecer Teclis por la cantidad de magia que destila el ejército y que el mar y la magia siempre han casado muy bien, pero recordemos que en lo poco que conocemos del Lore de AoS, Teclis es visto por el mago Sanasay Bayla en un mundo con cinco soles, algo muy alejado de las profundidades marinas. 
De Tyrion, no obstante, sólo sabemos una cosa, que, tras la muerte del viejo mundo, despertó ciego. Tenemos toda una facción de elfos ciegos y en el vídeo hacen mención de la esperanza encontrada en la oscuridad. La pose guerrera del mencionado Señor de las mareas también casa con nuestro querido exgeneral alto elfo, pero aún así parece una miniatura algo humilde en comparación a los Dioses revelados hasta ahora, Morathi, Alarielle, Nagash… miniaturas de 85 € 105 €. Difícil creer que la miniatura que hemos visto corresponda a ese precio, y conociendo como conocemos a Games Workshop, no suelen perder la oportunidad de vender algo grande y caro. Pero quién sabe. 
La tercera opción es que no sea ni Tyrion ni Teclis. La segunda ilustración que se muestra en la batalla corresponde a la batalla de los nueve demonios previa el alzamiento de Nagash antes del fin de los tiempos. ¿Quién dirigía el ejército de los altos elfos? Eltharion. ¿Quién se quedó ciego en el viejo lore antes de ser reescrito por milésima vez? Eltharion. El problema con esta opción es que el señor elfo ver no vio nada del fin de los tiempos, no por estar ciego, sino porque Arkhan lo convirtió en polvo, las frases del video no tienen por tanto sentido. Dicho esto, no sería la primera vez que la historia se adapta a posteriori. La miniatura del señor de las mareas casaría bien con Eltharion, un personaje importante a un precio importante pero que permite la llegada del miniaturón de turno para el Dios Tyrion. Dicho esto, parece un poco improbable que Eltharion aparezca, en Games Workshop intentan cierta economía de personajes importantes con nombre supervivientes del viejo Lore.
¿Y tú quien eres, mi húmedo amigo?

¿Entonces qué, os preguntareis? Un servidor se inclina por Tyrion, a pesar de que uno esperaba que estuvieran los dos hermanos juntos, más que nada por aquello de que el Tyrion ciego podía vera través de los ojos de Teclis. Si se confirma que es él estaré un poco decepcionado con la mini, ya que hubiera esperado más del gran guerrero, general, y en sus últimos días desquiciado avatar de Khaine. No obstante, se lo perdono todo si me lo compensan con una gran miniatura de Teclis, al fin y al cabo, siempre fue mi preferido. 

¿Y vosotros quién pensáis que dirige a los Idoneth Deepkin? ¿Qué os ha parecido esta nueva facción?




EDITADO:
Gracias a los comentarios (¡Muchas gracias!) y que ya han pasado unos días, hemos sabido más cosas sobre esta facción. El señor de la capa húmeda, apodado aquí ‘Señor de las mareas’, en realidad es un avatar de Manthlann, el dios del mar de los Altos Elfos en el Lore “antiguo” (Lo pongo entre comillas porque por lo visto todo aquello sigue vigente, solo que retorcido ligeramente). Vendrá con dos opciones de montaje, veremos.
Los Idoneth deepkin fueron creados por Teclis, y abandonados cuando su creación no resulto como creía. No parecen demasiado amigables para nadie, ni siquiera para los herederos de los altos elfos (que seguir siguen por ahí de alguna manera), si tiramos de un símil rolero, tienen toda la pinta de comportarse tipo caótico neutral, es decir, a su bola. Esta subraza vienen a ser a los elfos lo que los Kharadron overlords a los enanos, es decir, algo distinto. Que no cunda el pánico, los elfos volverán, no sabemos bien cómo, pero volverán.
Imagen de la White Dwarf de abril 2018