- Autor: William King
- Editorial: Timun Mas
Hoy os traigo una reseña. Como algunos sabréis, mi primer
ejército de Warhammer (y el principal a puntos) es de Altos Elfos, y entre los
héroes de Ulthuan mis favoritos siempre han sido los gemelos, sobre todo
Teclis. Tenía este libro en casa cogiendo polvo desde hace años y por fin me
animé a leerlo. ¿Por qué cogía polvo? Porque anteriormente había leído
‘Herencia’, de la trilogía de los Von Carstein, y quedé profundamente
decepcionado, no, decepcionado no, asqueado es la palabra. El problema de estos
libros por encargo es que los autores a menudo los tratan como producto
manufacturado, uno se los imagina escribiendo sin parar ni reflexionar o
revisar demasiado. En el caso de ‘Herencia’ el nivel era tan malo que recuerdo
que las descripciones de olor pútrido habituales en Sylvania se repetían de
manera exacta, un “copia y pega” que a la cuarta vez me sacó de mis casillas.
Ni siquiera terminé el libro.
Sin embargo, lo mismo no se aplica a William King, gracias a
Isha. La sangre de Aenarion narra la formación de los gemelos Tyrion y Teclis
para ser los grandes héroes que hoy son (o fueron, para quienes ‘El Fin de los
Tiempos’ no haya sido el sueño de Resines que algunos aún nos engañamos
creyendo) En este primer tomo, los gemelos tienen 16 años y viven con su padre
en las montañas de Cothique de manera semi-aislada. Tyrion es un elfo incluso
más fuerte y ágil que cualquier otro de su raza, pero su hermano padece
distintas enfermedades crónicas que a duras penas le permiten salir de la cama;
sin embargo, ambos presentan capacidades sorprendentes y en apariencia innatas.
Con su aniversario aparece una escolta para llevarlos a Lothern, la capital de
los Altos Elfos, y ser presentados ante el Rey Fenix, pues la herencia de
Tyrion y Teclis se remonta hasta Aenarion el defensor, primer Rey Fenix, figura
fundadora del actual reino de los elfos, pero según las leyendas, maldito.
Todos los descendientes de Aenarion deben presentarse a fin de averiguar si
portan con ellos la maldición. Ya en Lothern y en casa de la rica familia de su
difunta madre, tendrán que aprender el funcionamiento de la política y las
intrigas características de los Altos Elfos, entrevistarse con el Rey y superar
las pruebas que se les pongan por delante.
Aenarion luchando contra N'Kari |
Mientras los gemelos realizan este viaje, N’Kari, el demonio
guardián de los secretos de Slaanesh, regresa de su encierro tras la derrota
que sufrió a manos del mismo Aenarion milenios atrás. Resuelto a vengarse de
sus herederos, comenzará una incursión de adeptos y demonios que arrasará
Ulthuan con el fin de cumplir su venganza. Lejos de la isla-continente, en
Naggaroth, el Rey Brujo Malekith, hijo del mismo Aenarion, espía los progresos
de la corte del Rey Fenix y traza sus planes.
La sangre de Aenarion es una novela de fácil lectura, le
acacho quizá algunas reiteraciones obvias que parecen dudar de la inteligencia
del lector. Dicho esto, resulta muy adecuado tomar la perspectiva de los
adolescentes gemelos criados en provincia para mostrar el funcionamiento de la
sociedad de los Altos Elfos, lo hace todo mucho más natural. No me ha gustado
que Tyrion tenga más protagonismo que su hermano, primero por gustos
personales, claro, pero también porque es más fácil. Que la carga de la
narración la lleve Tyrion, el héroe valiente, guapo y muy dotado para el
combate, es demasiado típico; Teclis refresca las situaciones con sus
comentarios cínicos, y personalmente creo que el libro habría sido más rico
equiparando el peso de ambos personajes. Con todo, no es una mala novela dentro
del catálogo de la Black Library, la recomendaría para cualquier jugador de
Warhamer, y especialmente para los generales élficos, claro.
Cabe decir, para cerrar, que la publicación de esta novela
coincidió con la pérdida de derechos de la editorial en español, por lo que
nunca se publicaron las dos siguientes en nuestro idioma. Yo he tenido que
ponerme con el inglés, y ya os digo que no es mi fuerte, cuando termine el
siguiente, ‘La espada de Caledor’, os contaré qué tal la aventura.
Miniaturas de GamesWorkshop de Tyrion y Teclis, ambos tuvieron otra versión. |
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