Titular en latín siempre da cierto empaque a la publicación. ¿Verdad? Sigue teniendo algo de culto, al menos nos despierta la curiosidad por ver qué quiere decir el pedante de turno con semejante latinajo.
Bueno, esta vez es una trampa y no lo es a un tiempo. “Nulla aesthetica sine ethica” traducido literalmente vendría a decir “ninguna estética sin ética”. El origen de la sentencia es muy discutible, pero no me voy a meter en eso ahora, que no cunda el pánico.
Los habituales del blog (si es que los hubiera) ya se habrán dado cuenta que venimos a hablar de la apariencia del mismo. Tras este año largo y muy poco fecundo en entradas, me ha parecido oportuno cambiar el diseño. ¿Por qué? Por problemas técnicos. Ya está, muy poco misterioso. No habrá revelaciones, no pretendo publicar diariamente ni semanalmente, si por casualidad cuajase olé por mí, pero no tengo el tiempo suficiente para dedicárselo al hobby y menos a los blogs. Hago lo que puedo, damas y caballeros, como todos.
Pero bueno que el latinajo nos recomienda no ceder ante la estética vacía sin una ética, una moral detrás, es decir, sin unas razones. Me gustaría que no quedase sencillamente en el adorno. Es una excusa, pero sirve, y pretendo que me sirva para recordar por qué cree este blog, y es para compartir mis muchas aficiones freaks, y creo que no lo he hecho tanto como quería precisamente por una impostura, por desear esa coherencia de forma y fondo. Espero romper con esto y traeros más contenido sencillamente porque me apetece.
Veremos, los golem no soportamos bien los cambios, pero para liberarse es necesario atreverse a ir más allá.
El golem guarda la puerta, pero quien conoce el Nombre, conoce la clave, la llave que abre la puerta a cualquier lugar.
Pronuncia el Nombre, atraviesa el umbral
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