domingo, 30 de junio de 2019

[Escalada 2019] Junio


Mes agridulce. Mi heroico intento por salir de los números rojos iba viendo en popa a mediados de mes; sin embargo, un esguince traidor dio al trate mis brillantes planes de gloria. Con todo, el mes no ha estado mal. Ahí va:



Iniciativa Nexus-1:

Mi ejército del Mechanicus suma la guardia magma del general Grievous, cinco sicarians rustalkers comandados por un prínceps modelado a semejanza del personaje de Star Wars. El general era uno de mis favoritos de la franquicia, y quería incorporarlo de algún modo a mi ejército de cyborgs. Recoloqué el cuerpo, añadí masilla y los dos nuevos brazos, (sacados de la caja de restos, brazos de esqueletos antiguos de GW). La capa está modelada con más masilla. Y las orejas con trozos recortados de algún casco que encontré por ahí.



Sobre la escuadra en general, decir que adquirí diez de estos a precio de cinco por un sitio de segunda mano. Estaban montados e imprimados en color metalizado. Ha sido un suplicio pintarlas, mira que me gustan, pero he detestado la imprimación con cada pincelada, el montaje no me ha ayudado nada, amén de que les he realizado algunos cambios en postura que también me hizo acordarme de todos los santos del Mechanicus. Para más inri, armadura blanca, que me ha dado ganas de llorar en alguna ocasión. Con las peanas estoy contento, eso sí.



Blackstone Fortress

Por un lado, tenemos a los marines espaciales del caos. Quería probar la manera rápida de pintar armaduras negras, es decir, imprimar en negro y pincel seco de gris oscuro y luego menos oscuro. Rojo para las telas, dorados o cobre para los detalles, granadas, cinturones, etc. de otros colores. Tintas, luces, y p’ácasa. En mano tienen mejor pinta que en estas terribles fotografías.
Por otro lado, tenemos a tres de los aventureros de mis jugadores:



Pious Vorne (A.K.A. La loca del mechero): Me encanta este personaje, y en mesa es la leche. Quería probar una técnica de cuero aparecida en la white dwarf de diciembre 2018, para aparentar cuero desgastado. Y la verdad es que estoy contento con el resultado. La armadura negra la hice de la misma manera que con los marines, y aunque no se vea, quedó bien, hacedme caso. Para el lanzallamas/motosierra, nada especial salvo las líneas de atención negras y amarillas (si tienen nombre y alguien lo sabe, que se manifieste) Para el fuego, mucho jugar con colores, y creo que quedó bien. Añadí un poco de óxido aquí y allá. Y la cabeza calva me gusta cómo quedó, aunque no se aprecia nada en esta fotografía. Tampoco se aprecia el faldón por delante, una pena, pero no me da para más la vida. Oh, tiene los ojos verdes.



Espern Locarno: El navegante, me encanta la miniatura, y como veis, me encanta complicarme la vida con blancos, pero me gusta el aspecto sucio de lienzo usado, y también los colores me gustan, fuera del esquema original. Estoy especialmente contento con la estola de pergamino. Además, la mini tiene algunos detallitos que no se aprecian, como la bola del bastón, pero ya haré unas buenas fotografías cuando termine las peanas.



Dahyak Grekh, el kroot del grupo: También es una miniatura preciosa, y estoy muy contento con el resultado, salvo que, viendo las fotos, he decidido añadirle algunas luces a la piel. Tiene muchísimos detalles, y estoy contento cómo los he tratado todos, desde las pociones, hasta los anillos de las púas del pelo, pasando por las pulseras. Estoy muy orgulloso con esta miniatura, la verdad.



OBJETIVOS:

  • Blackstone fortress: 17/44 Cinco nuevas minis añadidas en junio.
  • Iniciativa Nexus-1: 16/23 Grievous y su guardia suman cinco minis al ejército de Marte.
  • Ejército enano: 4/15 Nada nuevo en junio.
  • The winter is coming: 9/9 [Objetivo cumplido y cerrado]
  • Libre albedrío: 4/9 Nada nuevo en junio.


RECUENTO TOTAL: 50/120 Cumplir he cumplido con las diez miniaturas por mes, pero dado que aún debo diez miniaturas del mes pasado, seguimos en números rojos. Espero que en abril la guardia renegada de Blackstone fortress me ayude a volver a los queridos números verdes.

Y esto es todo, amigos. ¿Qué os parece? ¿Consejos? ¿Alguna miniatura os gusta especialmente? ¿Cómo os ha ido a vosotros el mes?

viernes, 28 de junio de 2019

Orgullo


Me he hecho mayor, y con el inevitable desencanto de los años he dejado de ser tan combativo con las luchas y la defensa de lo que me importa. Se debe en parte por salud, porque el mundo está lleno de imbéciles, y discutir con un imbécil resulta una pérdida de tiempo y de energía enorme, que muchas veces termina con la rabia y la indignación propia frente a la orgullosa ignorancia del contrario. No merece la pena.

Si me he animado hoy a realizar este artículo, ha sido por varias razones:

Primero, porque dudo que en la blogosfera hoy haya muchos artículos reivindicando la visibilidad (ojalá me equivoque), y eso pese a la coletilla favorita de muchos diciendo que “está de moda”.

Segundo, porque la visibilidad siempre es importante porque normaliza, pero la normalización tiene un grave problema, y es que no se entiende. Cuando en la comunidad LGTBI hablamos de la normalización, el gran público tiende a entender que es la propia comunidad quien es objeto de dicha normalización. No es así. La normalización parte de la comunidad LGTBI y tiene como objeto el resto de la sociedad. Dentro de la comunidad tenemos claro nuestra normalidad en la diferencia, la visibilidad por la que luchamos es para mostrar al resto que estamos ahí y merecemos que se nos tenga en cuenta; aunque la realidad es que no se nos respeta. Ser diferente no es algo malo, no lo es por nuestros hobbys, y desde luego no lo es por nuestra tendencia sexual, no merece el desprecio ni el menosprecio de nadie, y su defensa debería ser algo aceptado por la sociedad en su conjunto, pero supongo que eso sería en un mundo ideal.

Hoy he visto un vídeo del canal de youtube +2 de carisma (Para quien no lo conozca, está especializado en juegos de rol, os lo dejo un enlace aquí). En dicho vídeo, Luis nos habla de cómo dicho hobby puede ayudar a la visibilidad y la normalización de las personas LGTBI en un grupo de rol. Es un video correcto, que enumera unas cuantas virtudes, da algunos consejos, y no entra en polémicas, pero sí ha levantado polémica en sus comentarios, por supuesto, porque sigue existiendo un tipo de persona que necesita defender lo de siempre. Posiblemente esta defensa se haga sin maldad, y es más producto de la ignorancia, pero sigue resultando por un lado ridícula por innecesaria, y por otro perjudicial para las defensas del colectivo en este caso, o de cualquier reivindicación de una minoría en general.

Parece que incluir personajes LGTBI en una historia es mucho más complicado que hacerlo con una entidad extraplanar, y suele tildarse de innecesario, pero no lo es, porque el rol nos permite vehicular ideas distintas, hacernos reflexionar, abrirnos a cosas que sencillamente no habíamos pensado con anterioridad. Querer mantener el rol o cualquier juego al margen de las problemáticas sociales del mundo real es sencillamente imposible, primero porque se encuentran en ellos desde el principio y es imposible crear un contexto (sea cual sea) sin su coherencia social; y segundo porque defender ese conservadurismo de lo de siempre sólo implica que ciertas problemáticas sean invisibilizadas.

En la comunidad siempre se nos llena la boca con las virtudes del rol, y creo que lo mejor que nos aporta es ponerse en los zapatos de un alter ego y dejarnos actuar como tal en el contexto que sea, ¿no sería magnífico que dicha actividad ayudara a tener mayor empatía con los que no son como uno?

Feliz Orgullo.

jueves, 13 de junio de 2019

[Relato 40K] Munro II: Santa Celestine

Si queréis leer otro relato sobre las aventuras de la inquisidora Munro podéis encontrar: Recate en OM. 27.7.

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Había dos leones de piedra flanqueando la entrada, estaban acostados sobre pedestales tan altos que a un hombre adulto le hubiera costado subirse; sin embargo, Munro tenía el recuerdo de ver a muchos niños allí encaramados, con sus bracitos extendidos pidiendo alguna moneda en los días de fiesta, o tocándole el pelo a los forasteros que desconocían su parapeto. Una vez al año, el cardenal sacaba en procesión una imagen de Santa Celestine, y los niños se estiraban hasta el peligro para tocar la imagen, tenían la vaga creencia de que si lo conseguían, la santa velaría por ellos y su vida mejoraría. Aquellos niños tenían hambre, sed, frío, calor, y muy poco miedo. Munro lo sabia bien, ella había tocado la imagen con nueve años.

Un escalofrío le recorrió la piel. Observó las estatuas, prácticamente indemnes, testigos solitarios de la destrucción que había reducido el resto de la ciudad a escombros.

Las cenizas crepitaron bajo los pasos de Menarius. La inquisidora escuchó los habituales sonidos de sus escáneres sin volverse para mirar al Magos.

-No os quitéis el respirador, señora, el oxígeno de la atmósfera es meramente residual.
-No me llames señora, Eme, aquí sólo estamos tú y yo.
-Eres muy sentimental. Y tú deberías llamarme Menarius.

La inquisidora ignoró el comentario. Infundir respeto era esencial, incluso entre los miembros de su séquito, Menarius había aceptado aquel hecho como aceptaba cualquier cosa lógica, con absoluta eficiencia; sin embargo, a ella aún le gustaba saber que alguien veía más allá de la insignia que colgaba de su cuello.

-Menarius empieza por eme, ¿no? Deja de quejarte. ¿Alguna idea?
Mas ruidos mecánicos.
-Los demás se preguntan por qué no les has permitido venir con nosotros, Agnes.
Su propio nombre, pronunciado en aquel lugar, le erizó la piel con otro escalofrío. Menarius tenía razón, estaba siendo demasiado sentimental.
-No me refiero a eso.
-Lo sé. En este momento estoy realizando treinta y dos análisis y cuatro búsquedas en mis archivos, cuando tenga un informe te lo haré saber.
-Eres tan arrogante como Ella.

Una risa metálica resonó a su espalda, la inquisidora nunca se acostumbraría a aquel sonido, le traía recuerdos terribles, y le hacía presente una deuda impagable; aunque a Menarius le traía sin cuidado si era o no saldada.

Agnes Munro pasó entre aquellas bestias inmóviles. Tomó la que una vez fue la avenida principal, pero tuvo que rodear un gran cráter en cuyo fondo se habían echarcado un líquido verde con irisaciones naranjas. Menarius la siguió, aplastando la tierra pesadamente con sus servobrazos, en muchas ocasiones los usaba para caminar, manteniendo su cuerpo suspendido a varios palmos del suelo.

-Esto es sentimental.
-Eme…

Agnes reconocía algunas fachadas, la tecnología de aquel planeta siempre había sido rudimentaria, pero la mayoría de los edificios fueron construidos en piedra, por lo que ni las batallas más terribles podían demolerlo todo. Había cascotes, cráteres allí donde las reservas de combustible habían estallado, hierro fundido o retorcido, y también sombras. En algunas paredes o en el suelo se dibujaban las siluetas claras de los que habían sido vaporizados por la explosión.

Siguieron avanzando, acompañados del eco estruendoso de los servobrazos de Menarius.
-¿Lo reconoces?

El magos se detuvo y observó el edificio que señalaba la inquisidora. Esta vez fue él quien sintió un escalofrío, pero no estaba dispuesto a reconocerlo. Se limitó a asentir y se movió por encima de la montaña de escombros gracias a sus extremidades mecánicas. Al llegar al primer piso usó las piernas y recogió los servobrazos cuanto pudo para atravesar el estrecho pasillo. El peso de su cuerpo y de todos los implantes le hizo dolorosamente evidente su humanidad y la dificultad de cargar con todo ello. Anotó en un archivo privado que debía considerar sustituir sus piernas por implantes mecánicos.

El edificio estaba silencioso y ennegrecido. Había algunas pequeñas siluetas en el pasillo, y algunos juguetes junto a las ventanas. Tragó saliva, un gesto difícil con el tubo introducido un palmo en la garganta. Notó la sequedad y deseó agua, hacía años que no bebía una gota. ¿Qué estaban haciendo allí? No lo entendía, era pretendidamente masoquista. Llegó a una gran habitación con literas y avanzó hasta la del fondo. No pudo evitar comprobar que allí seguía la inscripción:

A&M

Los datos y códigos con los que el cogitador implantado estimulaba su cerebro se detuvieron. Vio a dos niños allí, en la oscuridad de una noche de verano, sentados juntos, prometiendo que cuidarían el uno del otro, que saldrían de allí, sobrevivirían, y todo sería mejor. Estaban seguros de ello, por la mañana habían acariciado las plumas metálicas de la figura de Santa Celestine, eso debía significar algo.

Una alerta se deslizó desde el cogitador, sacándole de su ensimismamiento y deshaciendo el recuerdo. Comprobó los datos y volvió sobre sus pasos.

Munro se había adelantado, la encontró superando los restos de lo que había sido una catedral, la nave principal se había derrumbado casi en su totalidad, pero los arbotantes habían resistido, confiriéndole la apariencia del costillar de un behemot derrotado.

-¿Algo?
-Sí, el exterminatus fue ejecutado por el Lord Almirante Barthelomeus Creustas. En el informe no se detallan las causas, pero cuando lleguemos al próximo enclave imperial revisaré si existen transcripciones.
Ambos se miraron en silencio por un momento, era un nombre íntimamente conocido para ambos. Munro apretó los puños y luego los relajó.
-No sabía que le habían ascendido.
El magos prosiguió el camino con agilidad. Él sí lo sabía, pero había preferido callárselo con la esperanza de no cruzarse con aquel hombre en mucho tiempo.

El ábside seguía en pie y bajo él, el águila imperial se había fundido creando un espejo de metal plano donde alguien había depositado un ramo de flores violetas. La imagen les paralizó a ambos.
-Las mayores incógnitas están en los pequeños detalles, como diría Ella.
-¿Quizás…?
-Ni lo menciones -le interrumpió Munro-. Mira.

Aquella zona estaba relativamente despejada de cascotes, y la inquisidora pudo moverse con mayor facilidad hacia el pedestal que tan bien conocían. La estatua de Santa Celestine ya no existía, se había fundido, desperdigándose en miles de gotas que brillaban dispersas por los muros ennegrecidos, como estrellas diminutas encajadas en una noche sucia.



-¿Qué quieres que mire?
-Hazme un favor, Eme, debajo del pedestal hay un hueco.

El magos, intrigado, se acercó con dos grandes zancadas de sus servobrazos, introdujo una combinación en el Auspex y escaneó la zona. Efectivamente, había un compartimento oculto. Apoyando su peso en uno sólo de los servobrazos, utilizó el otro con precisión quirúrgica para encajar las pinzas de la “mano” en los bordes de la losa. Presionó hasta que juzgó un buen agarre, luego, tras un par de segundo de tensión, arrancó la piedra sin problemas.

Munro se arrodilló e introdujo el brazo, sacó una caja de plastiacero con cerradura de firma genética. Menarius descendió a la altura de Munro, apoyándose de nuevo en sus piernas.

-Así que por esto hemos venido. ¿Qué es esto, Agnes?
La inquisidora miró a su amigo a los ojos. La piel había cicatrizado bien en torno a los implantes, pero seguían sin ser los ojos azules que ella siempre había sabido leer tan bien.
-Lo oculté hace muchos años. Después del asunto en Colcha.
La expresión del magos cambió, volvió a elevarse sobre sus brazos, alejándose de la caja.
-¡No! ¡Agnes!
-Tú mismo gas analizado el artefacto de OM. 27.7. Hemos hecho todas las indagaciones posibles, y no sabemos qué es. Ciro cree que juega un papel importante en el próximo plan del Cíclope. Si es así, identificarlo podría darnos una pista para adelantarnos al enemigo.

Menarius volvió a descender. Repasó los archivos de Colcha. Habían pasado veintitrés años desde entonces.
-No puedes fiarte de un xenos.
-Si tienes una opción mejor, soy todo oídos.
-El Culto Mechanicus…
-No -le interrumpió-. Sabes lo que ocurriría si se lo entregamos a tu culto: desaparecería, lo tomarían como un juguete nuevo para analizar, y no sabríamos nada de él nunca más, posiblemente ni se preocuparían por investigar. Tenemos que ser nosotros.

Menarius dudó, acudió al banco de información de su cogitador para buscar nuevos argumentos, pero cerró el enlace una milésima de segundo después. Cedió, asintió lentamente, y la inquisidora se relajó, guardando la caja en su bolsa. Emprendieron el camino de regreso en silencio, el magos sumido en sus pensamientos, intentado explicarse su propia decisión, quizá los recuerdos de aquel lugar, ahora destruido, habían corrompido algunos de sus códigos.

-Demasiado sentimental -musitó.

domingo, 2 de junio de 2019

[Escalada 2019] Mayo


La debacle. Lo he intentado apurando unos sicarians para llegar al menos a la mitad de los objetivos del mes, pero ni por esas. Parte de la culpa la tienen todas las circunstancias vitales no muy propicias al pintado, pero otra parte se debe a mi dispersión con conversiones y varios proyectos a medias. Y este es el resultado. ¡Oh padre Slaanesh, azótame con tus látigos de culpa y vergüenza!

OBJETIVOS:


  • Blackstone fortress: 12/44 Nada nuevo en mayo.
  • Iniciativa Nexus-1: 11/23 Nada nuevo en mayo.
  • Ejército enano: 4/15 Nada nuevo en mayo.
  • The winter is coming: 9/9 [Objetivo cumplido y cerrado]
  • Libre albedrío: 4/9 Nada nuevo en mayo.


RECUENTO TOTAL: 40/120 Números rojos ¡Números rojos! Ninguna incorporación en mayo, por tanto, en el quinto mes de 2019, el Golem falló. Esto implica que tengo una deuda de 10 miniaturas. Junio es mes de subirse las mangas y darle duro a la remontada. ¿Lo conseguiré? ¿Sí? ¿No? ¿A medias? Lo veremos en el próximo capítulo...